La mitad de los jóvenes españoles tienen una titulación superior
Hasta el año 2020, en España, los estudiantes preferían cursar carreras universitarias después del bachillerato, pero esto cambió en 2020, cuando la educación superior con mayor demanda fue la de formación profesional. En lo que llevamos de 2022 la demanda de estudios universitarios ha recortado la distancia, pero sigue sin recuperar la hegemonía que solía tener.
Pero si nos focalizamos en los estudios universitarios, la rama de que los estudiantes más solicitan es la sanitaria, prácticamente duplicando las plazas disponibles.
Esto implica que, por primera vez, la primera rama del ranking en cuanto a demanda es la de Medicina y Biomedicina con un 14%, seguido de Enfermería con un 13%, en el tercer puesto está ADE y la doble titulación de ADE y Derecho con 6% y ya en cuarto y quinto lugar Ingeniería Industrial (3,5%) e Ingeniería Informática (3,5%).
Especial mención a las dos primeras, ambas relativas al ámbito de la salud, que se han visto favorecidas por la concienciación en este tema debido a la crisis sanitaria sufrida en 2020. Sin embargo, son las dos ingenierías las que presentan más demanda de puestos de trabajo.

En cuanto a sectores, merece especial mención el sector tecnológico, ya que cuenta con más de 120.000 vacantes hoy en día. Los perfiles relacionados con las tecnologías recientes como el Metaverso, Blockchain y Fintech han crecido enormemente en los últimos años.
Es importante aclarar la diferencia entre la demanda de estudios, ya sean universitarios o de formación profesional, y la demanda laboral. La demanda laboral es la cantidad de personas que están en situación de búsqueda de empleo y que están dispuestas a ocupar la vacante por el salario ofrecido. En cambio, la demanda de estudios es la cantidad de personas que están dispuestas a entrar en un grado universitario o grado superior.
Es a la hora de demandar estudios donde es muy importante tomar una decisión meditada y poder así hacer una elección consciente de todo lo que supone esa decisión. Una decisión correcta en este aspecto ayuda a que exista un mayor porcentaje de éxito universitario y, por consiguiente, una demanda de estudios real y no condicionada por modas.